Solamente 10 ciudades en todo EE.UU. tienen disponibles en sus mostradores los cosméticos de Tom Ford. Neiman Marcus en Bal Harbour es una de ellas. Los laboratorios de Estée Lauder están detrás de la marca, pero es el mismísimo diseñador texano quien, con su experiencia en YSL y Gucci al hombro, aparece como el responsable de concebir labiales de un brillo y una textura como si se trataran de esmaltes para uñas. Exquisitos rojos y borgoñas cubren la paleta para la próxima temporada de Otoño/Invierno. Pero el nuevo imprescindible es el lápiz para las cejas que las dibuja con una arquitectura tan precisa como si se tratara de uno de los gadgets de James Bond, porque tiene dentro un sacapuntas y un cepillo. Magnifique.